El avance narco en Rosario lo colocó como referente en la lucha contra el crimen organizado, pero detrás de ese personaje Aníbal Pineda esconde oscuros manejos que lo emparentan con el mundo del hampa.
Aníbal Pineda es Juez de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario desde 2017. Y a partir del avance narco en la ciudad de Rosario, viene posicionándose como un referente en la lucha contra el crimen organizado. Sin embargo, detrás de ese personaje el exvendedor de canastos de mimbre esconde oscuros manejos que lo emparentan con el mundo del hampa.
En febrero, Pineda fue denunciado ante el Consejo de la Magistratura por la tabacalera Bronway. La presentación apunta a un presunto “mal desempeño de sus funciones” y le imputa cargos por omisión deliberada, falsa información, violación de una acordada de la Corte, arbitrariedad e incumplimiento reiterado de normas.
“Está claro que la denuncia es un invento para intentar sacarme de la causa porque voté en contra del pedido cautelar que hizo la empresa para seguir funcionando sin pagar el impuesto fijado por ley”, se defendió entonces el camarista que, un mes antes, había mantenido reuniones en Pinamar con el empresario Pablo Otero, dueño de Tabacalera Sarandí y conocido en el sector como “el Yabrán del tabaco”.
Pero eso no es todo. Además de los sugestivos encuentros con Otero, quien –según fuentes del sector tabacalero– viene promoviendo distintas acciones en perjuicio de Bronway para quedarse con su porción del negocio, hay un fallo que delata la intencionalidad de Pineda en la votación del caso que podría hacer quebrar a la tabacalera rosarina. Se trata de una extraña cautelar que concedió a la empresa Vía Bariloche, ante una acción de inconstitucionalidad presentada en enero de 2020 por General Urquiza, Chevallier, Costera Criolla y otras contra una resolución del Ministerio de Transporte y de la CNRT que la habilitaba sin fundamento y en detrimento de esas empresas a sumar nuevos destinos.
El caso Vía Bariloche
En la ciudad de Paraná, las demandantes consiguieron una medida cautelar favorable que suspendía la decisión del Ministerio de Transporte.
No obstante, Vía Bariloche –como tercero interesado, a pesar de que la demanda era contra el Estado nacional– realizó una presentación en Rosario bajo el pretexto de que los micros hacían allí una parada intermedia y desató una contienda judicial que terminó en la Sala A de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, que preside Aníbal Pineda.
A pesar de que ninguna de las empresas iniciaba o terminaba sus recorridos en esa ciudad ni tenían asiento fiscal allí, el camarista le dio la derecha a Vía Bariloche, que, en un pase de magia judicial pasó de ser tercero interesado en la disputa entre sus competidoras y el Estado nacional, pasó a tener luz verde para explotar rutas extrañamente adjudicadas.
Como era previsible, la resolución fue apelada. Pero volvió a quedar en manos de Pineda, quien en claro beneficio de Vía Bariloche mantiene el caso cajoneado desde 2021.
Ah, pero Bronway
Como se mencionó anteriormente y en contraste con el caso Vía Bariloche, en diciembre del año pasado el titular de la Cámara Federal de Rosario votó en contra de la cautelar solicitada por Bronway, que al igual que muchas otras tabacaleras nacionales arrastraba un conflicto por la aplicación del impuesto interno que favorece a las multinacionales.
Sin embargo, los otros dos integrantes de la Sala convalidaron el pedido de Bronway, que ya en plena feria judicial debió pelar por una rebaja de la contracautela de $2000 millones fijada por la jueza de primera instancia, pues la cifra tornaba inviable la medida cautelar otorgada por la Cámara.
Durante ese proceso, no faltaron las notas de color. Como, por ejemplo, que un miembro del Tribunal Oral Federal de Rosario sorteado para intervenir en el caso fuera recusado sin causa por la AFIP a la hora de haber tomado el expediente, lo cual representó una evidente fuga de información que hoy tiene bajo la lupa de la Justicia al personal de la Cámara.
Pero lo que terminó por encender las luces de alerta sobre el accionar de Pineda fue su decisión de conceder un recurso extraordinario contra la resolución de sus colegas.
For Men, la frutilla del postre
En sintonía con Pineda trabaja la jueza Silvina Andalaf Casiello, quien en septiembre pasado asumió como vocal de la Sala B de la Cámara de Apelaciones de Rosario y ya rechazó una cautelar solicitada por otra tabacalera santafesina (For Men SA) que hoy permanece cerrada por esa resolución.
La posición de Andalaf no es casual: el propio Pineda se ha encargado de circular por Rosario la versión de que la jueza le debe el nombramiento como camarista.
Lo que viene
Según pudo saber este medio, en los próximos días habría una ampliación de la denuncia radicada contra Pineda en la Magistratura por tres asuntos no menos escandalosos. El primero: su presunta relación con una flota de taxis, actividad que en Rosario es observada como mecanismo de lavado de activos por parte del crimen organizado. Y el segundo, la sociedad que mantendría con un político radical en una franquicia de pizzas neoyorkinas. Aunque el plato fuerte sería su relación con funcionarios del Ministerio de Seguridad de Santa Fe que fueron salpicados por una investigación de espionaje y asociación ilícita de la que tuvo que apartarse, pues su nombre habría sido mencionado en una escucha.
Fuente: PyP Data PeriodismoyPunto