Más de tres años tuvieron tras las rejas a un joven que fue absuelto, en un sistema obsoleto y muy cuestionado
Por decisión unánime, un tribunal de primera instancia absolvió este martes a Ignacio Damián Pedernera, el joven de 22 años que estaba acusado de haber matado al taxista Mario Esusy en la trágica jornada del 18 de abril de 2019. De esta manera, el caso queda impune, ya que la Fiscalía no dio con otros sospechosos. Como basamento del fallo, los jueces citaron la falta de evidencia: “El actor penal no podía abrigar esperanza de condena con la prueba con la que contaba”. Pedernera estuvo casi tres años en prisión preventiva y recuperó la libertad.
“Huelga decir que la sociedad en su conjunto se ve conmovida ante la comisión de los hechos delictivos que a diario se presentan en Rosario, pero también la sociedad se ve perturbada cuando se le augura una condena a partir de una adelantada acreditación de autoría respecto de un hecho delictivo que tuvo connotaciones públicas y que luego de transcurrido el juicio el análisis de aquella evidencia en modo alguno podría verse plasmado en la condena anunciada”, dijo el juez Rodolfo Zvala, acompañado de Nicolás Vico Gimena e Ismael Manfrín. Una crítica a las expectativas generadas por el Ministerio Público de la Acusación (MPA), cuyo fiscal, Patricio Saldutti, había solicitado la pena de prisión perpetua, incluso cuando desde un principio se sabía que la prueba contra Pedernera era escasa.
“Existen serias inconsistencias para dar andamiaje a los elementos de prueba (un testimonio y el peritaje balístico) al menos en la dirección propuesta por el actor penal”, analizó durante la lectura del veredicto el juez Zvala.
La madrugada del jueves 18 de abril de 2019 Esusy de 61 años, acudió a una dirección para trasladar a unos pasajeros que habían llamado al radiotaxi. La familia que había pedido el servicio divisó que el coche de alquiler se encontraba a unos 150 metros cuando en Casilda al 1900 fue abordado por dos personas que circulaban en una moto. Los testigos se asustaron y se metieron en la casa. Adentro, escucharon un disparo, un bocinazo y luego otra detonación. Para el fiscal, los atacantes efectuaron el segundo disparo a corta distancia. Ese proyectil fue el que le ingresó por una de las axilas y le salió por el tórax.
Los agresores se fueron y el conductor siguió unos metros, cruzó calle Formosa y terminó impactando contra otro auto. Estaba herido de tal gravedad que poco después la lesión le produjo la muerte.
El fiscal expuso que poco antes del crimen, los sospechosos intentaron otro asalto en la esquina de Madrid y Casilda. En el lugar había dos amigos que salieron de una casa y vieron a los motociclistas, se dieron cuenta de que iban a ser víctimas de robo y volvieron corriendo sobre sus pasos y se metieron en la vivienda. Lograron cerrar la puerta y en ese instante un disparo impactó en el frente.
Ignacio Pedernera fue detenido en las siguientes 48 horas tras allanamientos. Allegados se manifestaron frente al Centro de Justicia Penal aseverando que el verdadero asesino está suelto y que engarronaron a un perejil. La presión social provocó una ola de protestas de taxistas, cortes de calle y un paro de 24 horas.
Finalmente, Pedernera sí fue condenado por tenencia de arma de fuego, por un arma calibre 22 que fue secuestrada cuando fue allanado.