El escándalo suscitado en la dependencia de la División Antidrogas de la Agencia de Investigación Criminal (AIC), de San Luis al 3260, el pasado 24 de diciembre, cuando un detenido se escapó del calabozo, tuvo consecuencias para el subinspector Hugo Rivero, quien había quedado solo a cargo de toda la seccional varias horas durante la víspera y parte de la madrugada de Nochebuena. El caso había sido adelantado horas después de la evasión por Rosario Alerta, pese a la cerrazón de fuentes oficiales.
En una audiencia llevada a cabo este miércoles, el fiscal José Luis Caterina no solicitó medidas cautelares para el policía Rivero, pero lo acusó de “haber favorecido la evasión de Maximiliano Fabián Pioli entre las 20 del 24 de diciembre de 2021 y las 2.40 del 25 estando la custodia del detenido a su cargo, en virtud de una causa en trámite ante el Juzgado Federal N° 4, por infracción a la ley de drogas”.
“Habiendo quedado solo y a cargo del lugar, Rivero hizo posible que Pioli se fugara, lo que fue descubierto recién a las 2.40 cuando llegaron otros policías a la dependencia. En la escena se halló un candado forzado, que luego resultó secuestrado”, señalaron desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA).
“De este modo, usted cometió un abuso de autoridad por no haber observado lo normado por las leyes policiales que le incumbía cumplir por su función de custodio de dicho penal transitorio ubicado en el lugar en el que se desempeñaba”, acusó Caterina bajo la calificación de favorecimiento doloso (es decir, con intención) de la evasión y abuso de autoridad, por no ejecutar las leyes a su cargo.
Pero el fiscal también propuso una imputación alternativa basada en una posible negligencia que no exime de responsabilidades. Esto es favorecimiento culposo de la evasión. “Usted como oficial de cuarto y guardia no observó los deberes de cuidado propios de su función en relación al control de un único detenido alojado en el lugar, quien además ya había evidenciado su peligrosidad procesal al declarar una identidad falsa al momento de su aprehensión, por lo que debió haber redoblado dichos deberes”, dijo Caterina.
Entre los testimonios recogidos por la Fiscalía se destaca que Pioli de 22 años, había sido detenido el día 23 por el Comando Radioeléctrico (CRE), pero en un principio dijo llamarse Ulises Isaías Vallejos hasta que desde la Comisaría 321ºanoticiaron por la identidad falsa. Además de una causa federal, al parecer iban a imputarlo en el fuero provincial aunque no trascendieron los cargos.
“Cabe destacar que a Pioli no se lo pudo alojar en el ORDER debido a que la audiencia imputativa se había postergado para el lunes 27 y no se pudo contar con upo de alojamiento en penales de Unidades Regionales”, señala el testimonio de una uniformada que cumple funciones en la ex Comisaría 6º, hoy delegación de la llamada Brigada de Drogas.
En la audiencia no se solicitaron medidas cautelares ya que no fue ante un juez.
Pioli está domiciliado en barrio Las Flores, a pocas cuadras del lugar donde poco después de la evasión se desató un intenso tiroteo sobre un patrullero de la Policía de Acción Táctica (PAT) que dejó casi 60 vainas servidas y el móvil policial como un colador.
Este episodio también tuvo novedades judiciales este miércoles. El fiscal David Carizza imputó a los cuatro detenidos en el marco de la incursión policial en las calles de La Granada después del tiroteo.
Luis Eduardo D. y Uriel David S. quedaron presos en forma preventiva por el plazo de ley, imputados por homicidio agravado por tratarse las víctimas de miembros de las fuerzas policiales, y calificado por uso de arma de fuego en grado de tentativa en carácter de coautores, y daño calificado además de portación ilegal de arma de fuego de uso civil.
Nicolás Martín R. y Walter Alejandro A., por desobediencia y quedaron en libertad. Al parecer intentaron frustrar la detención de los presuntos tiradores.