Confirmaron la prisión preventiva para Luis Herrera y sus hijos por Megaestafa Financiera

La Cámara de Apelaciones ratificó la prisión preventiva efectiva para Luis Herrera y sus hijos Ignacio y Diego, acusados de orquestar una sofisticada red de defraudación que operó durante más de dos décadas, dejando un tendal de víctimas y un perjuicio millonario. La justicia aprieta el cerco sobre la familia acusada de asociación ilícita, administración fraudulenta, estafa, lavado de activos y hasta quiebra fraudulenta.

Tras una extensa audiencia de cámara que se extendió por cinco días, la justicia provincial asestó un duro golpe a Luis Herrera de 66 años y a sus hijos Ignacio de 42 y Diego de 36. La Dra. Sansó, magistrada de la Segunda Instancia, confirmó la resolución de primera instancia dictada por la Jueza Dra. Álvarez en diciembre de 2024, manteniendo la prisión preventiva efectiva por seis meses para los tres imputados. La decisión judicial se fundamenta en la gravedad de los delitos imputados y el riesgo procesal existente.

La investigación, llevada adelante por la Fiscalía, acusa a los Herrera de urdir un complejo esquema delictivo que se extendió desde el año 2000 hasta la actualidad. Valiéndose del prestigio y la confianza generada por su empresa en el mercado bursátil, captaron de manera irregular fondos de un público indeterminado, prometiendo rendimientos fijos a cambio de supuestas inversiones en el mercado de capitales regulado.

Sin embargo, lejos de invertir el dinero de sus clientes en los mercados habilitados, los acusados habrían desviado los fondos hacia operaciones financieras irregulares, préstamos, cambio de cheques y divisas ilegales, e incluso se habrían apropiado de importantes sumas en beneficio propio. Para mantener la fachada de solvencia y confianza, la organización emitía resúmenes de cuenta falsos y realizaba pagos aleatorios a algunos inversores, incentivándolos a reinvertir sus ahorros bajo la promesa de ganancias futuras, configurando un clásico esquema Ponzi o estafa piramidal.

La situación comenzó a desmoronarse en 2021, cuando la pérdida de confianza generalizada entre los inversores derivó en un aluvión de solicitudes de devolución de fondos. Ante la imposibilidad de cumplir con las demandas, los Herrera recurrieron a excusas dilatorias y finalmente cesaron por completo los pagos y la rendición de cuentas. La Comisión Nacional de Valores (CNV) intervino la empresa en septiembre de 2021, detectando un faltante millonario en las cuentas comitentes.

Las imputaciones contra Luis Herrera son particularmente graves, incluyendo los delitos de asociación ilícita en calidad de jefe y organizador, administración fraudulenta y estafa en concurso real en calidad de autor, desobediencia a una orden judicial, quiebra fraudulenta y lavado de activos de origen ilícito. Sus hijos, Ignacio y Diego, enfrentan cargos por asociación ilícita como miembros y administración fraudulenta y estafa en concurso real como partícipes primarios.

La defensa de los acusados había solicitado la revocación de la prisión preventiva, argumentando la falta de riesgo procesal. Sin embargo, la Cámara de Apelaciones desestimó el pedido, considerando la magnitud del fraude, la cantidad de víctimas (alrededor de 400) y el perjuicio económico estimado en más de 18 millones de dólares y 77 mil euros.

El cierre de esta audiencia de cámara marca un paso importante en el camino hacia el juicio oral y público, donde se espera que se esclarezcan por completo las maniobras defraudatorias y se haga justicia para las cientos de personas que confiaron sus ahorros a la familia Herrera. La confirmación de la prisión preventiva subraya la firmeza de la justicia ante delitos económicos de esta envergadura y envía un mensaje contundente contra la impunidad en el ámbito financiero.