En un procedimiento de juicio abreviado, Nicolás Ramírez fue sentenciado por los crímenes de Cristian Damián Luque y Severo Ignacio Iván Saucedo
Nicolás Brian Ramírez de 19 años, fue condenado a 14 años y 6 meses de prisión efectiva por los delitos de homicidio agravado por el uso de arma de fuego en dos hechos, tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra y portación ilegítima de arma de fuego de guerra en concurso real.
La sentencia fue dictada por el juez de primera instancia, Dr. López Quintana, quien homologó el procedimiento abreviado presentado por la Fiscalía, representada por la Dra. Marisol Fabbro, y aceptado por la defensa del acusado. El caso, que fue calificado como un doble homicidio, tuvo lugar el 11 de marzo de 2023, alrededor de las 17:15 horas, en la calle Capuchino al 1700 de Villa Gobernador Gálvez.
Los hechos
Según la acusación de la Fiscalía, esa tarde, Cristian Damian Luque y Severo Ignacio Iván Saucedo, quienes se desplazaban a bordo de un vehículo blanco, llegaron al lugar y solicitaron a una persona que se encontraba en la vereda que llamara a la puerta de la casa de Nicolás Ramírez. Cuando Ramírez abrió la puerta y se asomó, vio a una de las personas que lo había llamado junto con un masculino que portaba un arma de fuego. Este individuo disparó, aunque el proyectil no salió, y luego Ramírez, al notar la amenaza, ingresó a su casa para tomar un arma de fuego y disparar en su defensa.
El ataque se produjo mientras las víctimas se subían al vehículo para retirarse. Ramírez salió de su domicilio y continuó disparando hacia el automóvil en la vía pública. Los disparos alcanzaron a Luque y Saucedo, quienes fueron trasladados al Hospital Anselmo Gamen. Luque falleció en el hospital, mientras que Saucedo murió poco después de su llegada.
El juicio y la condena
Además de los homicidios, Ramírez fue imputado por la tenencia de un arma de fuego calibre 9mm, que había sido utilizada en el crimen, la cual no ha sido recuperada hasta el momento, y por portar el mismo tipo de arma en la vía pública sin la debida autorización legal. La Fiscalía también destacó las pruebas que involucraban vainas servidas encontradas en el lugar del crimen.
El procedimiento abreviado permitió que se llegara a una resolución rápida del caso, con una pena que ha sido considerada justa por las partes involucradas. La condena de 14 años y 6 meses de prisión efectiva marca el final de un proceso judicial que puso en evidencia el nivel de violencia creciente en algunos barrios del Gran Rosario, donde el uso de armas de fuego se ha convertido en una constante.
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