Según los directivos les robaron las bombas de agua y no hay electricidad en el establecimiento
En las últimas semanas, la Escuela Primaria Constancio C. Vigil se ha visto afectada por una serie de robos que amenazan el normal inicio de las clases. Entre las pérdidas, se incluyen materiales esenciales para el funcionamiento de la institución.
En un contexto de creciente preocupación, la Directora de la Escuela Primaria Constancio C. Vigil, ubicada en la calle Ayacucho al 2700, María José, denunció la ola de robos que ha sufrido el establecimiento en los últimos días. Según relató la directora, en los últimos 10 días se registraron diversos hurtos que afectaron gravemente el funcionamiento de la escuela, que alberga a alrededor de 560 estudiantes.
Entre los objetos sustraídos se encuentran cablerío eléctrico, ventiladores, e incluso, en la noche de ayer y la mañana de hoy, bombas de agua, un elemento esencial para la institución, especialmente con la llegada de las altas temperaturas. María José, visiblemente afectada, comentó: “Es una situación muy difícil, porque sin agua no podemos comenzar las clases, y sin ventiladores, en pleno calor, es casi imposible ofrecer un ambiente adecuado para los chicos. Es una realidad que nos está golpeando.”
El robo continuado, que podría clasificarse como un “robo hormiga”, ha generado un ambiente de inseguridad en el predio escolar, que además, se encuentra con una iluminación deficiente, lo que dificulta la seguridad en el lugar y en las calles aledañas. La directora destacó la importancia de contar con un sistema de seguridad robusto, tanto dentro del predio como en las inmediaciones. “Necesitamos iluminación, especialmente en las zonas más oscuras, y un refuerzo en seguridad para evitar que los robos continúen afectando el día a día de nuestros alumnos y personal”, explicó.
A pesar de la situación crítica, el Ministerio de Educación y el FAE (Fondo de Asistencia Educativa) han intervenido en el caso y activado los protocolos correspondientes. Sin embargo, la preocupación persiste, especialmente en lo que respecta a las condiciones físicas de la escuela. “Este es un espacio público donde muchos chicos vienen a estudiar, a recibir su copa de leche y a aprender. Sin agua, sin luz, y con la inseguridad en el aire, es imposible que comencemos el ciclo lectivo en condiciones dignas”, añadió María José.
Ante este panorama, la comunidad educativa pide apoyo urgente para resolver la crisis, garantizar la seguridad y restaurar los elementos sustraídos que son fundamentales para el funcionamiento de la institución. La directora cerró su intervención con un llamado a la solidaridad y al compromiso de las autoridades para dar respuesta a las necesidades más inmediatas de la escuela, en la que miles de familias confían la educación de sus hijos.