Es por liderar una peligrosa organización narcocriminal que ofrecía armas y explosivos a bandas narcocriminales en Rosario

La fiscalía solicitó una pena de 15 años de prisión para Mario Segovia, conocido como “El Rey de la Efedrina“, acusado de liderar una organización ilícita que ofrecía armas y explosivos a bandas narcocriminales en Rosario. También se pidieron condenas para otros miembros de la red criminal, incluidos familiares del principal acusado.

El titular de la Procuraduría de Narcocriminalidad (PROCUNAR), Diego Iglesias y la fiscal coadyuvante Patricia Cisnero, presentaron esta tarde su alegato ante el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N°2 de La Plata, solicitando la condena a 15 años de prisión para Mario Segovia, conocido en los medios como “El Rey de la Efedrina”. Segovia, de 50 años, está acusado de liderar una organización ilícita dedicada al contrabando de armas y explosivos destinados a las bandas narcocriminales de Rosario, actividad que coordinaba desde la cárcel de Ezeiza.

La acusación de la fiscalía incluye además la solicitud de penas para otros cuatro hombres, tres de ellos familiares de Segovia, quienes formaban parte activa de la red criminal. Los acusados son:

Hernán Jesús Segovia (47), hermano de Mario, con 10 años de prisión y una multa de 50 millones de pesos.

Gonzalo Rodrigo Ortega (39), cuñado de Mario, con 10 años de prisión y una multa de 30 millones de pesos.

Matías Segovia (25), hijo de Mario, con 5 años y 6 meses de prisión y una multa de 20 millones de pesos.

Ezequiel Hernán Bergara (34), quien colaboraba con el clan, con 5 años de prisión y una multa de 10 millones de pesos.

El caso involucra una serie de delitos graves, entre ellos, la asociación ilícita, el contrabando de partes para la fabricación de armas semiautomáticas y explosivos y la fabricación ilegal de armas de fuego. Además, se acusa a Mario Segovia y su hijo Matías por el hackeo de correos electrónicos de funcionarios del gobierno de Formosa, lo que permitió a la organización criminal interactuar con empresas extranjeras dedicadas a la venta de armas y explosivos.

El fiscal Iglesias remarcó que la actividad de la organización estuvo directamente relacionada con el aumento de la violencia narcocriminal en Rosario, cuyo índice de homicidios se encuentra por encima de la media nacional. La provisión de armas de alto poder, como el fusil semiautomático AR15 y explosivos como TNT, habrían permitido a las bandas locales acceder a un nivel de armamento superior al de las fuerzas de seguridad. Iglesias comparó este acceso a armas de gran calibre con los ataques perpetrados por organizaciones como el Comando Vermelho en Brasil.

Durante su alegato, la fiscal Patricia Cisnero detalló las pruebas que respaldan la acusación, incluyendo el hallazgo de fragmentos de armas y dispositivos explosivos en los allanamientos realizados en 2021. Asimismo, describió cómo la organización utilizaba métodos de comunicación encriptados y engañosos para operar desde la cárcel, lo que, según la fiscalía, evidencia la falta de control en los sistemas penitenciarios que permitió el funcionamiento de la banda.

Este juicio, que comenzó en julio de 2024, continuará el próximo 18 de febrero con nuevas audiencias. En juego están no solo las penas para los acusados, sino también el impacto de esta organización en la creciente violencia en Rosario, que sigue siendo un desafío para las autoridades.