Manifestó uno de los fiscales, tras la imputación contra “Guille” Cantero como líder de la barra brava de Newell’s Old Boys por extorsiones

La Fiscalía detalló los negocios ilícitos que involucraban a la dirigencia del club y a la barra brava en un entramado de extorsiones y amenazas. En una audiencia celebrada este mediodía, los fiscales Adrián Spelta y Franco Carbone expusieron ante la justicia los detalles de la investigación que ha puesto bajo la lupa al líder de la barra brava de Newell’s Old Boys, Ariel “Guille” Cantero y a otras 11 personas acusadas de formar parte de una red de extorsiones y negocios ilegales asociados al club del parque. La audiencia, que fue pasada a cuarto intermedio, marcó un hito en la causa que investiga la Asociación Ilícita liderada por Cantero, cuyo objetivo era obtener lucro indebido mediante actividades vinculadas a la barra brava.

La imputación está centrada en una serie de hechos ocurridos entre el 10 de enero y el 2 de agosto del año pasado, período en el cual los imputados, según los fiscales, se habrían asociado para cometer una serie de delitos de extorsión, amenazas y otras prácticas ilícitas. En este sentido, los fiscales precisaron que la acusación de asociación ilícita tiene un sustento en la organización criminal que operaba dentro y fuera del club, obteniendo recursos a través de métodos ilegales.

El funcionamiento de la organización

La estructura de la barra brava de Newell’s Old Boys, tal como detallaron los fiscales, estaba organizada en dos facciones: la encabezada por el hasta entonces líder de la barra, Pollo Vinardi, y la nueva facción que tomó fuerza bajo la figura de Alejandro “Rengo” Nicolás Ficcadenti. Esta disputa interna por el control de la barra fue el detonante de una serie de hechos violentos y extorsivos. Según los fiscales, Cantero, el líder máximo de la organización, tenía la última palabra sobre los negocios y movimientos de la barra, lo que incluía decisiones sobre los ingresos provenientes de actividades ilegales.

En cuanto al dinero, los fiscales explicaron que una parte importante del flujo de efectivo provenía de extorsiones a la dirigencia del club, quienes, presionados por la barra, habrían entregado dinero en efectivo, entradas y camisetas como parte de la extorsión. Estos pagos se realizaban con la finalidad de garantizar la “paz social” dentro del club, pero también servían para financiar las operaciones ilícitas de la barra brava. Según el testimonio de los fiscales, esta relación se formalizó a través de entregas regulares que involucraban no solo a los dirigentes, sino también a proveedores y personal relacionado con las actividades cotidianas del club, como los encargados del estacionamiento y otros negocios asociados.

La violencia como herramienta de control

En el marco de esta disputa por el poder dentro de la barra, se produjeron una serie de hechos de violencia, entre ellos atentados, amenazas y balaceras internas entre las facciones de Vinardi y Ficcadenti. Como resultado de estas confrontaciones, hubo personas heridas, tanto dentro de la barra como en la dirigencia del club. Un caso relevante fue la balacera que afectó a miembros de la comisión directiva, entre ellos Fernanda Costa, quien sufrió daños como consecuencia de estos enfrentamientos.

Los fiscales Carbone y Spelta afirmaron que la investigación continúa y se ampliará, ya que se ha abierto un nuevo expediente relacionado con la posible comisión de delitos por parte de miembros de la dirigencia de Newell’s Old Boys. En este sentido, el Ministerio Público está evaluando si existió coacción o si los pagos realizados por los dirigentes del club fueron forzados por amenazas provenientes de la barra brava.

Los imputados y su rol en la organización

Entre los imputados, destaca la figura de “Guille” Cantero, quien, según los fiscales, ocupaba el rol de máximo líder y organizador de la asociación ilícita. Junto a él, se encuentran otros nombres relevantes, como su primo y medio hermano, Diego Gabriel Cantero y otros miembros destacados de las facciones enfrentadas, como Leandro Vinardi, Sabrina Ivana Barrias, Luciano Román Gallardo, y Alejandro “Rengo” Nicolás Ficcadenti. Estos individuos, junto con los demás acusados, habrían gestionado las actividades ilícitas que la Fiscalía investiga.

Próximos pasos

Con la audiencia en cuarto intermedio, los fiscales se preparan para continuar con las imputaciones y analizar las evidencias presentadas. Además, en los próximos días, se determinarán las posibles medidas cautelares que se podrían aplicar a los imputados. La causa sigue avanzando, y tanto la Fiscalía como la Policía siguen recogiendo pruebas que podrían implicar a más personas en esta red de extorsiones y violencia vinculada al fútbol y la barra brava.

La situación de Newell’s Old Boys sigue siendo un tema candente en la ciudad, mientras la justicia intenta desentrañar las conexiones ilícitas que han marcado la historia reciente del club y su relación con la violencia en el fútbol.