El mismo llegó al puerto de Gral Lagos a bordo de un buque proveniente de Nigeria

El misterio que rodea la muerte de un ciudadano filipino de 47 años a bordo de un buque oriundo de Nigeria sigue siendo objeto de investigación en Rosario. El trágico suceso ocurrió a bordo del “AFRICAN MAGNOLIA”, un barco con bandera de Liberia, que recaló en la terminal portuaria de General Lagos, en la provincia de Santa Fe, el pasado lunes por la noche. El capitán de la embarcación, al descubrir la muerte de uno de sus tripulantes, solicitó asistencia a la Agencia Marítima, lo que activó el protocolo de intervención judicial en este caso.

La tripulación del buque estaba compuesta por ciudadanos filipinos, polacos y ucranianos. Al ser el primer puerto de carga al que llegó el buque, el caso quedó bajo la competencia penal internacional del Estado y de la jurisdicción federal de Rosario, según las normativas internacionales. La Unidad Fiscal Rosario, a cargo del titular Javier Arzubi Calvo y la fiscal coadyuvante María Virginia Sosa, inició inmediatamente las medidas necesarias para esclarecer las circunstancias de la muerte.

En el marco de la investigación, se realizaron diversas diligencias urgentes, entre las que se incluyen el registro del buque y la desinfección sanitaria de la embarcación, medidas fundamentales para preservar la evidencia y evitar cualquier riesgo sanitario, dado el contexto internacional del caso. Además, se llevaron a cabo entrevistas con los miembros de la tripulación y se solicitó la realización de la autopsia forense del cuerpo del fallecido. Las primeras pericias indicaron que el buque había llegado a puerto con la intención de cargar mercadería, pero el caso trascendió por el fallecimiento de uno de sus tripulantes en alta mar, aún bajo circunstancias no aclaradas.

En la madrugada del día martes, el cuerpo del ciudadano filipino fue trasladado al Instituto Médico Legal de Rosario para realizar la autopsia correspondiente. La intervención de la Prefectura Naval Argentina, junto con la fiscalía, permite una rápida respuesta ante hechos de este tipo, que involucran a ciudadanos de diferentes países y la jurisdicción federal.

El caso sigue siendo un misterio, pero las autoridades se encuentran trabajando con el objetivo de determinar las causas exactas de la muerte y si hubo algún tipo de delito involucrado. El juez federal Carlos Vera Barros también se encuentra al tanto de los avances en la investigación.

El trágico suceso destaca una vez más la importancia de la cooperación internacional en la investigación de crímenes en alta mar y la necesidad de respuestas rápidas ante situaciones complejas que involucran a distintas naciones.