Leopoldo Martínez y su primo fueron imputados por robar el teléfono de la víctima de un ataque a tiros ocurrido en Avellaneda 700 bis
El fiscal destacó la importancia de este teléfono en la investigación, que ahora se encuentra comprometida, tras imputar a Leopoldo “Pitito” Martínez y su primo por el robo del teléfono móvil de la víctima, Attardo, en la escena del crimen de un ataque a tiros ocurrido en Avellaneda 700 bis. Este hecho, que tuvo lugar en las primeras horas de un día reciente, es un punto clave en la investigación de un crimen que sigue en marcha.
El robo del teléfono de Attardo ha generado gran preocupación entre las autoridades, ya que este dispositivo podría contener información vital para esclarecer los hechos ocurridos en el ataque. “El teléfono podría haber incluido mensajes o indicios que pudieran ayudar a desentrañar los motivos y responsables de este crimen”, declaró Ferlazzo. El fiscal no solo imputó a Martínez y su primo por el robo, sino también por un aspecto que considera relevante: Martínez mintió al declarar que estaba lejos de la camioneta S-10 en el momento del ataque, cuando, según las pruebas, se encontraba cerca del vehículo, sin moverse ni intentar perseguir a los atacantes.
El hecho de que Martínez, quien fue quien trasladó al moribundo Pillín Bracamonte hasta el Hospital Centenario, no haya reaccionado tras el tiroteo, ni haya intentado alertar a otros, también fue un punto destacado por el fiscal. A pesar de que no se le ha responsabilizado directamente por el ataque, la actitud de Martínez resulta sospechosa en el contexto de su relación con las personas involucradas en el hecho.
Por otro lado, la investigación sigue en una etapa incipiente, con tres fiscales trabajando en distintas medidas de investigación. Aún no se tiene identificado al autor material del crimen, pero existen sospechas de que la Banda de Los Menores, cuyo líder Lisandro Contreras fue recientemente detenido, podría estar detrás del ataque. Contreras, conocido por su habilidad para eludir a las autoridades, utilizaba un sofisticado sistema de comunicación y rotación de teléfonos para evitar ser rastreado.
Mientras la investigación continúa avanzando, el caso ha puesto en evidencia no solo la complejidad de los vínculos entre los involucrados, sino también las dificultades para obtener pruebas que permitan identificar a los autores del crimen. La relación entre Leopoldo Martínez, Pillín Bracamonte y figuras clave del narcotráfico local, como “El Viejo Cantero”, añade una capa más de misterio y tensión a un caso que promete seguir ocupando titulares en las próximas semanas. La pérdida del teléfono, que podría haber sido una pieza clave en este rompecabezas, ha generado un fuerte impacto en las autoridades, que trabajan contrarreloj para esclarecer los hechos.
Tras la audiencia el juez Postman dictó la prisión preventiva por el plazo de ley