Se trata de Paula Bay, hijastra de “Guille” Cantero, líder de la banda narco

Paula Estefanía Bay de 23 años, fue condenada este viernes a tres años de prisión condicional tras su implicación en una extorsión orquestada por la organización criminal de Los Monos. La joven, quien es hija de Vanesa Barrios (esposa del líder de la banda, Ariel “Guille” Cantero), quedó al mando de un local comercial en Mendoza y Matienzo, el cual fue adquirido a base de extorsiones y balaceras. La condena fue aceptada por Bay en el marco de un juicio abreviado, que también incluyó a otros dos implicados, Julieta Martir y Ariel Dantur.

La sentencia, homologada por el juez Nicolás Vico Gimena, fue el resultado de un acuerdo entre los fiscales Federico Rébola y Juliana González, quienes presentaron las pruebas de la participación de los acusados en una compleja maniobra extorsiva. El local comercial fue tomado a la fuerza por la banda de Los Monos mediante una serie de atentados con balas y fuego. Bay, pareja del asesinado Samuel Medina (conocido como “Gordo Samu”), fue quien terminó administrando el negocio de manera visible, aunque en los documentos legales el local fue registrado a nombre de Ariel Dantur, tío de Medina y Sandra Cerrudo, quienes también están imputados en el caso.

El caso de Bay se enmarca dentro de un entramado delictivo más amplio, en el que la banda de Los Monos extorsionó a un condenado por narcotráfico para despojarlo de su propiedad. Según la investigación, la víctima había entregado una importante suma de dinero, en dólares, como parte de un acuerdo que nunca se cumplió. A raíz de este incumplimiento, la víctima comenzó a recibir amenazas de muerte y actos intimidatorios que culminaron con la toma del local y la presión sobre su familia para que firmara documentos que legitimaran el despojo.

Bay y Martir, que se encargaron de asegurar el provecho económico de la banda mediante la administración del negocio, fueron condenadas por el delito de encubrimiento agravado. Ambas sabían que los inmuebles que gestionaban provenían de actividades ilícitas y, a pesar de ello, participaron en la explotación comercial del local. Por su parte, Ariel Dantur, quien jugó un papel clave en la extorsión, fue condenado a tres años de prisión efectiva por extorsión y por el uso de documentos fraudulentos.

El juicio abreviado que incluyó a Bay, Martir y Dantur concluyó con la homologación de las penas en el Centro de Justicia Penal, donde se estableció que los tres implicados contribuyeron de alguna manera a asegurar el éxito de la maniobra extorsiva. El juez Nicolás Vico Gimena consideró que las pruebas presentadas eran suficientes para sostener las acusaciones, aunque las condenas fueron menos severas para aquellos implicados en el encubrimiento que para Dantur, quien se encargó de la extorsión directa.

Este caso se inscribe en el contexto de las numerosas maniobras ilegales llevadas a cabo por la organización narco Los Monos, quienes, a través de la violencia y el temor, han extendido su poder en diversas zonas de Rosario. La condena a Paula Bay, viuda del “Gordo Samu”, subraya la influencia de la banda no solo en el narcotráfico, sino también en actividades extorsivas que afectan a comerciantes y ciudadanos comunes.