El asesinato de Pillín Bracamonte y El Rana Attardo en Rosario sigue generando teorías, versiones contradictorias y una investigación que, por ahora, no termina de esclarecer todos los detalles
La ciudad espera respuestas mientras surgen hipótesis sobre la emboscada y las posibles motivaciones detrás del crimen. Los nombres de Andrés “Pillín” Bracamonte y Daniel “El Rana” Attardo se sumaron a la larga lista de víctimas de la violencia vinculada al fútbol y al narcotráfico en Rosario. Ambos hombres fueron asesinados a balazos en Bv Avellaneda y Reconquista, una zona comúnmente frecuentada por hinchas de Rosario Central. No hay versión oficial, aunque este lunes habrá una conferencia de prensa, pero las circunstancias del crimen y las múltiples teorías que han emergido alimentan la incertidumbre.
El caso se encuentra bajo la lupa de la Fiscalía Regional de Rosario, que está a cargo de los fiscales Matías Merlo y Alejandro Ferlazzo. Mientras tanto, en las calles y en los pasillos de la arena política y judicial, las versiones sobre el asesinato se multiplican, y algunas resultan tan disparatadas como inquietantes.
Un apagón sospechoso
Una de las primeras teorías que comenzó a circular tras el crimen fue la relacionada con un aparente apagón en la zona donde ocurrió el asesinato. Testigos aseguran que la iluminación pública había fallado en el Boulevard Avellaneda, lo que habría facilitado el accionar de los asesinos. Sin embargo, un informe presentado por el municipio a la Fiscalía no confirma que se haya producido un corte de electricidad en ese preciso momento.
De acuerdo con el peritaje técnico, el apagón fue causado por un “desperfecto técnico” en uno de los disyuntores del alumbrado público, lo cual generó una sobrecarga eléctrica en una amplia zona de la ciudad, afectando incluso áreas cercanas al Parque Alem, del lado norte del estadio de Rosario Central. La Fiscalía recibió información sobre este corte, que no fue provocado por un acto de vandalismo, sino por una falla interna del sistema eléctrico, cuya causa aún está siendo investigada. Por lo tanto, no se puede afirmar con certeza que la falta de luz haya tenido un papel directo en la ejecución del crimen, ya que el corte ocurrió antes del asesinato.
¿Liberación de zona?
Otro rumor que ha ganado fuerza en las últimas horas tiene que ver con la supuesta “liberación de zona” por parte de las fuerzas de seguridad. Según algunas versiones, los lugares donde Bracamonte y su gente se movían, especialmente en las inmediaciones del estadio, siempre estuvieron exentos de la vigilancia policial, incluso cuando ingresaban al estadio. Para muchos, esto generó la sensación de un pacto tácito entre las fuerzas de seguridad y la barra brava de Rosario Central, que nunca era cacheada ni controlada a fondo al momento de ingresar al Gigante de Arroyito.
La versión de la ambulancia
Un tercer rumor que ha circulado en relación al crimen de Bracamonte y Attardo está relacionado con una ambulancia que, según algunos testimonios, habría sido vista intentando detenerse en la escena del crimen pero que no lo hizo. Sin embargo, esta versión ha sido desmentida por fuentes oficiales, que explican que las ambulancias, tanto públicas como privadas, no suelen circular por las calles buscando pasajeros o clientes como los taxis, sino que operan bajo un sistema de emergencia en el cual se requiere una solicitud formal, ya sea a través del 107, el 911 o por contacto directo con los servicios privados. Y que además cuando una ambulancia va circulando, es porque va a una emergencia o lleva algún paciente
Lucha interna por el liderazgo
Finalmente, una de las teorías más fuertes sobre el asesinato de Pillín Bracamonte es la que sostiene que su muerte está relacionada con una disputa interna por el control de la barra brava de Rosario Central. Según varias fuentes, una nueva camada de jóvenes, descritos como “arrebatados” y con antecedentes en otros hechos violentos recientes, estaría tratando de tomar el control del grupo. Esta versión sostiene que la sangre nueva de la barra no se conformaría con seguir bajo el liderazgo de Pillín Bracamonte y, por lo tanto, podrían haber sido los responsables de su asesinato, así como de otros crímenes recientes relacionados con la violencia en el fútbol, como el homicidio de “El Gordo Samu“, ocurrido el 1 de octubre.
El futuro de la investigación
Este lunes, en un esfuerzo por esclarecer el caso y disipar las crecientes dudas, el Fiscal Regional Matías Merlo, el Fiscal de Homicidios Alejandro Ferlazzo, junto con autoridades de la Provincia de Santa Fe, brindarán una rueda de prensa donde se espera que se aporten nuevos detalles sobre el avance de la investigación.
El doble crimen en Arroyito deja más preguntas que respuestas y la ciudad parece estar nuevamente atrapada en una espiral de violencia sin fin
imagen: @MauroYasprizza