La concejala Verónica Irizar exige mejoras en la iluminación y advierte sobre las consecuencias de la privatización
El Gobierno de Javier Milei anunció una nueva concesión de rutas bajo la Red Federal de Caminos, incluyendo la gestión de la Avenida Circunvalación en manos del sector privado. Esta decisión ha encendido alarmas entre los usuarios y autoridades locales, ya que el deterioro de esta arteria, vital para la circulación en el Gran Rosario, ha ido en aumento en los últimos años. La falta de mantenimiento y una iluminación casi inexistente son quejas constantes de quienes transitan por allí.
A pesar de que en 2023 se adjudicó una obra destinada a mejorar la iluminación de la avenida, el compromiso de recambiar unas 3.500 luminarias de sodio por tecnología LED, con un plazo de ejecución de seis meses, ha quedado en el olvido. Hasta la fecha, los usuarios continúan enfrentando problemas graves de visibilidad y seguridad.
“Venimos advirtiendo un abandono de esta arteria tan importante para la conectividad del Gran Rosario. Vecinas y vecinos reportan problemas de iluminación, con luminarias fuera de servicio y sectores completos de la colectora sin luz”, comentó la concejala Irizar. Ella también destacó que, a pesar de que había un proyecto licitado para realizar estos cambios, la falta de asignación de fondos por parte del Gobierno Nacional ha impedido su ejecución.
En este contexto, Irizar presentó un pedido de informe en el Concejo Municipal para que el Departamento Ejecutivo gestione ante el Gobierno Nacional el restablecimiento del servicio de alumbrado en las áreas afectadas y la situación de las obras licitadas que nunca se llevaron a cabo. “Estamos preocupados por esta nueva concesión, que genera incertidumbre sobre el futuro mantenimiento y la posibilidad de que se imponga un peaje”, añadió.
La Av Circunvalación, con unos 30 kilómetros de extensión, soporta el paso diario de más de 40 mil vehículos y conecta con importantes rutas nacionales. La privatización podría poner en riesgo no solo la calidad del servicio, sino también la seguridad de miles de usuarios.
Es imperativo que las autoridades actúen con urgencia para resolver esta problemática y garantizar que la Circunvalación cumpla con su función esencial en la movilidad del Gran Rosario, evitando que se convierta en un camino de peaje sin las condiciones mínimas de seguridad y mantenimiento.