La Policía Federal Argentina logró desmantelar una organización narcocriminal compuesta por un clan familiar que comercializaba drogas al menudeo en la ciudad santafesina de Rosario
La investigación, que culminó con la captura de ocho individuos, fue iniciada por la Unidad Fiscal de Rosario, bajo la dirección del Dr. Matías Scilabra. Este órgano judicial solicitó a la División Antidrogas de la Policía Federal llevar a cabo averiguaciones sobre la organización, que operaba tanto en el centro como en la zona sur de la ciudad.
Los agentes, tras realizar exhaustivas tareas de campo durante varios días, lograron identificar a los miembros de la familia involucrada y localizar diez inmuebles utilizados como puntos de venta. Las calles Corrientes, Amenábar, Sarmiento, Fray Luís Beltrán y Moreno se convirtieron en el centro de la operación. Con la información recopilada, el Juzgado Federal N°3 de Rosario, a cargo del Dr. Carlos Vera Barrios, autorizó la ejecución de varios allanamientos.
El resultado de estos operativos fue la detención de seis hombres y dos mujeres, todos argentinos mayores de edad. Además, se confiscó un total de 1.497 gramos de clorhidrato de cocaína, 86 municiones, una motocicleta, 125 gramos de oro, dólares estadounidenses y un millón de pesos en efectivo, producto de la venta de estupefacientes. También se encontraron una balanza de precisión y elementos utilizados para el fraccionamiento de la droga.
Un elemento curioso que ha llamado la atención de los investigadores es el logotipo en relieve de un delfín encontrado en cargamentos de cocaína asociados a esta organización. Se sospecha que este símbolo podría estar relacionado con Reinaldo Delfín Castedo, un narcotraficante conocido como “El Patrón del Norte“, que controlaba rutas de tráfico entre Argentina y Bolivia. Aunque esta hipótesis nunca ha sido confirmada, sigue siendo objeto de investigación.
La figura del delfín también cobró relevancia recientemente, cuando la Policía de la Ciudad incautó seis kilos y medio de cocaína en un vehículo que se dirigía a Buenos Aires, evidenciando la continuidad de las operaciones del narcotráfico en el país.
La desarticulación de este clan familiar no solo representa un avance en la lucha contra el narcotráfico en Rosario, sino que también pone de relieve la complejidad y la organización que caracteriza a las redes de venta de drogas en Argentina.