El imputado además fue acusado por un hecho de amenazas contra su pareja

Un hombre de 30 años fue imputado por los delitos de daño calificado y amenazas tras un violento ataque a una sucursal bancaria y un episodio de violencia de género. En la audiencia lo identificaron como Antonio Américo Picolini, quedó detenido y ordenaron una junta psiquiátrica.

El juez Florentino Malaponte dictó la prisión preventiva por 45 días para Picolini, quien enfrenta graves acusaciones por sus acciones. En una audiencia realizada este viernes en el Centro de Justicia Penal de Rosario, Antonio Américo Picolini fue imputado por dos hechos de violencia: un ataque a una sucursal del Banco de la Nación Argentina y amenazas a su pareja.

El caso con el que fue detenido, tuvo lugar el pasado lunes 9 de septiembre, cuando Picolini embistió intencionalmente con su vehículo contra la fachada de la entidad bancaria ubicada en Peatonal Córdoba y San Martín. Tras romper varios vidrios, fue detenido en el lugar portando una cuchilla.

El anterior episodio tuvo lugar en octubre de 2023, cuando amenazó y agredió físicamente a su pareja en su domicilio del barrio Triángulo Moderno. La víctima logró escapar, en aquella oportunidad pero fue perseguida por Picolini, quien la amenazó y trató de retenerla.

El fiscal Cesar Cabrera, detalló que Picolini actuó con una clara intención de dañar y generar temor en ambas situaciones. Además, solicitó al juez la realización de una junta psiquiátrica para evaluar la salud mental

Por su parte, el juez Florentino Malaponte hizo lugar al pedido del fiscal y dictó la prisión preventiva efectiva por el término de 45 días para Picolini. Asimismo, ordenó la realización de una junta de salud mental para determinar si el acusado presenta alguna patología que pueda haber influido en sus acciones.

Estos hechos han generado gran conmoción en la ciudad de Rosario, donde la violencia urbana y de género son problemas recurrentes. Las autoridades judiciales y policiales trabajan para garantizar la seguridad de los ciudadanos y llevar ante la justicia a quienes cometen delitos de esta naturaleza.

Estos hechos violentos reflejan una problemática que excede el caso particular de Antonio Picolini. La violencia urbana y de género son problemas complejos que requieren de un abordaje integral por parte del Estado y la sociedad en su conjunto. Es necesario fortalecer las políticas públicas de prevención, promover la educación en valores y garantizar el acceso a la justicia para las víctimas. Además, es fundamental trabajar en la construcción de una cultura de paz y respeto por los derechos humanos.