Un fallo unánime sentenció a un hombre de 30 años a 12 años de prisión por abusar sexualmente de su hija en reiteradas oportunidades

Los abusos se produjeron en el marco de la convivencia familiar y la víctima, una niña en edad escolar, sufrió también violencia física y psicológica. La denuncia fue realizada por una tía de la niña, quien pudo hablar con ella y conocer la terrible situación que estaba atravesando. El Ministerio Público Fiscal valoró la condena y destacó la importancia de la denuncia y la intervención de los organismos de protección de la infancia.

La Justicia santafesina condenó a 12 años de prisión a un hombre de 30 años por abusar sexualmente de su hija en reiteradas oportunidades. El aberrante hecho se produjo en el marco de la convivencia familiar y la víctima, una niña en edad escolar, sufrió además de los abusos sexuales, violencia física y psicológica por parte de su padre.

La investigación, llevada a cabo por la Unidad Fiscal Especial de Violencia de Género, Familiar y Sexual (GEFAS), logró acreditar los hechos denunciados. Los fiscales Alejandra Del Río Ayala e Ignacio Suasnabar representaron al Ministerio Público Fiscal en el juicio oral y lograron una condena ejemplar.

Según la acusación, el hombre aprovechándose de la situación de vulnerabilidad de su hija, quien tenía una corta edad, la sometió a abusos sexuales en diferentes domicilios donde convivieron en la ciudad de Santa Fe. La denuncia fue realizada por una tía de la niña, quien pudo hablar con ella y conocer la terrible situación que estaba atravesando.

Tras conocerse la denuncia, la Secretaría de Niñez, Adolescencia y Familia de la provincia intervino con una medida de protección excepcional, brindando asistencia a la víctima y garantizando su bienestar.

La sentencia, dictada por el tribunal presidido por el juez Sergio Carraro, fue unánime y consideró acreditada la atribución delictiva realizada por el Ministerio Público Fiscal. Los jueces valoraron la gravedad de los hechos y la vulnerabilidad de la víctima, imponiendo al condenado la pena máxima solicitada por los fiscales.

Este caso pone de manifiesto la importancia de denunciar los casos de abuso sexual infantil y de brindar el apoyo necesario a las víctimas. La condena impuesta al acusado es un mensaje claro de que estos hechos no quedarán impunes y que la sociedad no tolerará la violencia contra los niños.