Condenaron al “empresario del juego clandestino” tras una larga persecución y una causa más mediatizada que la amenaza que presenta ante la sociedad
El empresario de apuestas Leonardo Peiti, transformado en imputado colaborador en el caso de la timba clandestina, firmó un juicio abreviado por el cual es condenado a tres años de cárcel, tras una reducción de pena por su condición de arrepentido, ya que el mínimo legal por todos los delitos que propuso el convenio es de cinco años de prisión. El magistrado Rafael Coria homologó el acuerdo este jueves.
Los delitos por los que fue investigado Peiti son asociación ilícita (en algunos casos como jefe y en otros como organizador), cohecho activo, organización y explotación de casas de azar, estafa procesal y lavado de activos, se informó en la audiencia.
Peiti, considerado jefe de una asociación ilícita que comandaba el juego clandestino en casi todo el territorio santafesino –alojado en una clínica de salud mental donde estará hasta recibir el alta médica–, pagará una multa de 42.479.500 pesos en cinco cuotas y le decomisarán 19 lotes inmobiliarios ubicados en Tierra de Sueños Casilda y un Toyota Corolla.
Según el juez Coria, estuvieron dadas las condiciones para homologar el acuerdo entre las partes, los fiscales Matías Edery y Luis Schiappa Pietra y el abogado defensor Luis Rossini, luego de que Peiti dijera haber entregado 250 mil dólares a diferentes actores de la política santafesina, entre ellos el senador Armando Traferri, para intentar conseguir que el gobernador Omar Perotti le concesionara el juego online, legal, negocio con el que se quedó finalmente el grupo Boldt, que administra el casino City Center y los de Melincué y la capital provincial.
También en su declaración, apuntó contra el ex PDI Corbellini apodado Atila y el ex comisario, jefe de la policía provincial y de la UR II Amaya a quienes dijo que les entregaba 50 mil pesos semanales, según quedó establecido en la documentación que acompaña la causa