Vaciaron la Comisaría 2º, trasladaron a los presos alojados en el penal

Este miércoles, Rosario vivió una importante jornada de reconfiguración en el sistema de detención, con un operativo de vaciamiento de presos llevado a cabo en la Comisaría 2ª de la Unidad Regional II. La acción fue supervisada de cerca por el Ministro de Justicia y Seguridad de la Provincia de Santa Fe, Pablo Cococcioni, quien destacó la relevancia de este tipo de operativos para garantizar la seguridad en las calles y liberar a los agentes de la carga de custodiar a los detenidos.

En declaraciones durante el operativo, Cococcioni expresó: “La policía tiene que estar trabajando en las calles, no cuidando a los presos. Es preferible que los detenidos estén en las unidades penitenciarias porque tenerlos en comisarías genera una serie de problemas. Los patrulleros deben estar patrullando la ciudad, no siendo el transporte de los reclusos para su traslado a hospitales u otras diligencias”.

A lo largo del día, se concretó el traslado de un total de 100 reclusos desde la Comisaría 2ª de Rosario y la Comisaría 24ª de Granadero Baigorria, con un segundo operativo programado para el viernes, lo que sumará casi 60 personas más. Según la secretaria de Asuntos Penales, Lucía Masneri, en los últimos diez días se han trasladado 182 reclusos a dependencias del Servicio Penitenciario, lo que ha reducido significativamente la cantidad de detenidos en las comisarías de la URII.

Cococcioni también destacó el descenso en la población de la Comisaría 2ª, que en el inicio de la gestión alcanzaba los 600 detenidos y hoy se encuentra en 302, la cifra más baja desde que comenzó su mandato. Este descenso es el resultado de una mejora en las investigaciones criminales y una mayor proactividad policial en las calles, lo que ha permitido que la policía logre desarticular redes criminales con mayor eficacia.

Con este operativo, el gobierno provincial busca optimizar los recursos humanos de la policía, asegurando que los efectivos puedan desempeñar su rol en las calles, protegiendo a la ciudadanía. Al mismo tiempo, se mejora la situación de las comisarías, que dejarán de ser centros de detención y se destinarán a sus funciones originales de seguridad y orden público.

Este vaciamiento de presos marca un paso significativo en el fortalecimiento de la seguridad pública en Rosario, un desafío constante en una ciudad que sigue combatiendo el crimen organizado y la inseguridad.