La Policía, junto a personal de control municipal, llevaron a cabo operativos en diferentes puntos de la ciudad

Este viernes por la noche, la ciudad de Rosario vivió una intensa jornada de operativos de control, ejecutados en conjunto entre la Policía y el personal del Departamento de Control Urbano, que se desarrollaron principalmente en la zona de Carrasco al 3000, en la Florida, y en las intersecciones de Oroño y Lamadrid, en la zona Sur. La acción tenía como objetivo desmontar puestos ilegales de venta de alcohol y prevenir las denominadas “picadas” de vehículos, que generan serios conflictos en los barrios y ponen en peligro la seguridad de los vecinos.

En la zona de Carrasco al 3000, el operativo fue el resultado de numerosas denuncias vecinales que alertaban sobre ruidos molestos, música a alto volumen y situaciones conflictivas que se producían en el lugar debido a la venta ilegal de bebidas alcohólicas en espacios públicos. Como parte de la intervención, los efectivos policiales y los agentes municipales desmontaron varios puestos de venta de alcohol que funcionaban de manera ilegal y sin ningún tipo de habilitación. Además, se secuestró mobiliario que estaba colocado de forma irregular, ocupando parte de la vía pública y generando problemas de tránsito y seguridad.

En paralelo, el Departamento de Control Urbano también centró sus esfuerzos en la prevención de picadas ilegales, un fenómeno que ha generado preocupación en varios sectores de la ciudad. En el cruce de Oroño y Lamadrid, se realizó un operativo de control vehicular en el que se realizaron 92 controles. Como resultado, seis vehículos fueron remitidos al corralón, cuatro de ellos por dar positivo en los test de alcoholemia. Las autoridades se mostraron satisfechas con los resultados, aunque dejaron en claro que seguirán trabajando de manera constante para evitar que estas prácticas continúen poniendo en peligro la vida de los vecinos.

Diego Herrera, secretario de Control municipal, expresó al respecto: “Estamos realizando monitoreos en forma constante, para reforzar el control y evitar que sucedan este tipo de hechos que generan conflictos con el entorno y que también ponen en riesgo la vida de las vecinas y vecinos de la ciudad. Estos son sectores en los que se recibieron muchas denuncias y es por eso que estamos interviniendo con el apoyo de la policía. No vamos a tolerar este tipo de irregularidades”.

La acción conjunta entre la policía y el control urbano refleja el compromiso de las autoridades locales para garantizar la seguridad y el orden en las calles de Rosario. Estos operativos buscan prevenir situaciones que alteren la convivencia y la tranquilidad de los vecinos, así como reducir la peligrosidad que representan ciertas actividades ilegales en espacios públicos. Las autoridades aseguraron que seguirán trabajando para evitar que estos delitos sigan afectando a los barrios y su calidad de vida.