Hombre con problemas psiquiátricos hirió a dos policías y un bombero y se atrincheró en su casa
Un hombre de 38 años, con antecedentes de problemas de salud mental, protagonizó un violento episodio en Granadero Baigorria al robar el arma reglamentaria de un policía y herir a dos agentes y un bombero. Tras atrincherarse en su vivienda durante tres horas, fue finalmente reducido por la policía.
Una intervención policial para trasladar a una persona con problemas psiquiátricos a una institución especializada se convirtió en una situación de extrema tensión este viernes por la tarde en Granadero Baigorria. Un hombre de 38 años, residente en una propiedad ubicada en Las Lomitas al 100, cerca del límite con Rosario, robó el arma reglamentaria de un agente, hiriendo a dos policías con disparos y a un bombero con un arma blanca, antes de atrincherarse en su domicilio.
Según confirmaron fuentes policiales, el incidente se desencadenó cuando personal policial, junto con una ambulancia del SIES y Bomberos, se presentó en la vivienda alrededor de las cuatro de la tarde para realizar el traslado del hombre. Daniel Acosta, jefe de la Unidad Regional II de Policía, explicó que este tipo de operativos se realizan en conjunto cuando se trata de personas con problemas psiquiátricos.
El hombre se encontraba encerrado en una de las dependencias de la casa. En un momento dado, cuando el personal policial se disponía a quitarse los chalecos y las armas “por una medida de seguridad”, según palabras de Acosta, el individuo abrió la puerta y salió portando un cuchillo y un destornillador, comenzando a agredir al bombero que se encontraba cerca y a los efectivos policiales.
En el forcejeo que siguió, uno de los policías, que ya se había quitado el chaleco, vio cómo el agresor arrebató el chaleco que aún tenía la pistola reglamentaria colocada. El hombre tomó el arma y comenzó a disparar. Uno de los disparos impactó en el hombro de un efectivo, con orificio de entrada y salida, aunque sin revestir gravedad. Otro disparo impactó en el chaleco antibalas de otro policía, a la altura costal derecha, protegiéndolo de una herida mayor.
Tras la agresión, el hombre de 38 años se refugió nuevamente en la vivienda, atrincherándose en su interior. Ante esta situación, las fuerzas de seguridad rodearon la propiedad y solicitaron la intervención de la Tropa de Operaciones Especiales (TOE), que se presentó en el lugar con un negociador.
Se inició entonces una tensa negociación con el hombre atrincherado. Según relató Acosta, en un momento el hombre llegó a hablar con el negociador, pero luego interrumpió la comunicación. Después de tres horas de trabajo de mediación, y ante la imposibilidad de lograr una rendición pacífica, el personal policial decidió irrumpir en la vivienda. “Luego de tres horas de trabajo, el personal debió romper la puerta, ingresar y reducirlo. El arma seguía en poder de él, estaba adentro, por eso también se temía por la integridad física”, detalló Acosta.
Para lograr la aprehensión, los agentes utilizaron gases lacrimógenos, lo que dejó al hombre “un poco aturdido”. Posteriormente, fue trasladado en ambulancia al Hospital Agudo Ávila de Rosario para una evaluación médica.
Desde el Ministerio de Seguridad informaron que uno de los policías sufrió una fractura de húmero producto del disparo, mientras que el otro presentó un “traumatismo cerrado” en el abdomen. El bombero sufrió heridas de arma blanca en el antebrazo izquierdo y el omóplato derecho. Afortunadamente, desde el Hospital Eva Perón confirmaron que los tres heridos se encuentran fuera de peligro. Este incidente pone de manifiesto los riesgos que enfrentan las fuerzas de seguridad y los equipos de emergencia en intervenciones que involucran a personas con problemas de salud mental, y la necesidad de protocolos de actuación específicos para este tipo de situaciones.