Se trata de Jonatan Raúl Brezik, líder narco, quien sería el autor intelectual de un macabro sistema de control violento

La Oficina de Narcocriminalidad del Área de Investigación y Litigio de Casos Complejos de la Unidad Fiscal Rosario formalizó una investigación contra Jonatan Raúl Brezik, un condenado narcotraficante y miembro destacado de la banda de Los Monos. Según la acusación, Brezik ordenó el tráfico de estupefacientes en la zona oeste de la ciudad, desde su celda en la prisión de Chaco, empleando métodos de tortura para disciplinar a sus subordinados, incluso grabando los abusos para intimidar a otros miembros de la organización.

La formalización de la investigación fue realizada en una audiencia ante el juez de garantías Eduardo Rodríguez Da Cruz, en la que los fiscales coadyuvantes Franco Benetti y Santiago Cruz Alberdi presentaron las pruebas que vinculan a Brezik con delitos como narcotráfico, lesiones, amenazas coactivas y la utilización de menores en actividades ilegales. Además de Brezik, fueron imputados Martín Gonzalo Ramírez, presunto colaborador, y una joven de 16 años, cuya identidad se resguarda por su edad, quien no asistió a la audiencia y cuya captura fue ordenada.

Brezik, alias “Gordo”, tiene un historial criminal que incluye tres condenas por narcotráfico y homicidio. La acusación sostiene que desde su lugar de detención en la Unidad Penitenciaria Federal N°7 de Resistencia, Brezik orquestaba operaciones ilícitas y daba instrucciones precisas sobre el funcionamiento de la venta de drogas, la distribución y la recolección del dinero, además de organizar a los vendedores y fijar turnos. Todo esto, en un contexto de extrema violencia.

Uno de los momentos más escalofriantes de la audiencia fue la proyección de un video, obtenido de un teléfono celular vinculado al crimen, en el que se puede ver cómo Brezik, a través de una videollamada, da órdenes mientras se tortura a una joven subordinada. En las imágenes, un hombre identificado como Ramírez golpea y somete a la víctima a descargas eléctricas, mientras Brezik amenaza a la joven y a sus familiares. El abuso fue cometido en febrero de 2023 en Rosario. “Ahora estás obligada a trabajar a la fuerza”, se escucha decir a Brezik en el video.

Los fiscales advirtieron que este método de tortura era parte de un sistema para mantener el control sobre los miembros más vulnerables de la organización y adoctrinarlos mediante el miedo. En la audiencia, Ramírez mostró una actitud despectiva al reírse durante la proyección, lo que provocó una reprimenda del juez, quien le ordenó cesar la burla.

La violencia y el crimen narco como telón de fondo

La investigación de este caso comenzó a raíz del homicidio de Susana Haydee Mena, quien fue hallada muerta en enero de 2023 en una casa usurpada en el barrio Gráfico, una zona controlada por Brezik. A partir de allí, se vinculó su muerte con las actividades ilícitas de la organización liderada por Brezik, que incluían homicidios, amenazas, usurpación de viviendas y venta de drogas. La Fiscalía también halló más evidencia de torturas y comercio ilegal de estupefacientes en operativos realizados en la ciudad de Rosario durante 2023.

A lo largo de la pesquisa, se descubrió que la organización de Brezik se encontraba involucrada en una red de tráfico de drogas que operaba de manera organizada y violenta. En diversos allanamientos, se secuestraron drogas, armas y otros elementos vinculados a la actividad criminal. Además, la investigación permitió identificar a varios miembros de la banda, incluidos menores de edad, que colaboraban en el tráfico y distribución de estupefacientes.

El caso representa una nueva muestra de la brutalidad del crimen organizado en Rosario, donde la violencia y el narcotráfico están profundamente arraigados en muchos barrios. El accionar de Brezik, que lideraba su banda con amenazas, torturas y el uso de menores, ilustra cómo las estructuras de poder del narcotráfico se perpetúan mediante el temor y la manipulación. A medida que avanza la investigación, el futuro de los imputados está en manos de la justicia, pero el desafío para la ciudad sigue siendo grande: erradicar el control narco y garantizar un entorno seguro para todos los ciudadanos.