Una saga incendiaria por condiciones de encierro que pusieron en vilo a la ciudad


En un contexto de fuertes restricciones en el régimen de comunicaciones del Servicio Penitenciario Federal (SPF), Alan Funes, quien está cumpliendo una condena de 35 años de prisión, fue nuevamente imputado por ordenar la quema de 21 vehículos en Rosario entre los días 27 de abril y 12 de mayo de 2024. Según la Fiscalía, el motivo de esta saga de incendios fue el descontento por el “Protocolo de Comunicaciones” impuesto a presos de alto riesgo en la cárcel de Marcos Paz.

El fiscal Pablo Socca, encargado de la investigación, detalló que Funes no actuó solo. Su hermana menor, Solange Funes, también fue imputada por participar en los hechos, ya que se encargaba de transmitir los mensajes criminales desde el exterior. Ambos se enfrentan a cargos por amenazas coactivas calificadas, intimidación pública agravada por el uso de explosivos e incendio, delitos que llevaron al juez Hernán Postma a dictar prisión preventiva.

Alan Funes de 25 años, tiene un historial delictivo que data desde 2016 y se encuentra en medio de otro juicio por el asesinato de Mariel Lezcano en 2021, en el cual la Fiscalía ha solicitado prisión perpetua.

El origen de esta cadena de incendios se remonta al 24 de abril, cuando el SPF implementó el protocolo que limitó las comunicaciones de Funes a solo 20 minutos por semana, tras descubrir que antes de esas restricciones, el recluso había realizado más de mil llamadas a su hermana Solange y 369 a su pareja, Leila Schmitt, entre enero y abril.

El Protocolo Como Detonante
Los incendios ocurrieron después de tres llamadas claves que Funes logró realizar a su hermana entre el 24 de abril y el 12 de mayo, y una visita de Solange al penal. Junto con los autos quemados, en cada escena aparecían carteles firmados por “Los Rosarinos”, una supuesta agrupación de presos que se quejaban por las restricciones impuestas en los penales federales.

Además de Alan y Solange Funes, Leila Schmitt, junto con dos “soldaditos”, Yamila Aguirre y Carlos Cavallari, también fueron imputados el 21 de mayo pasado por su participación en los incendios. La investigación determinó que ocupaban un Fiat Fiorino visto en varios de los ataques.


La investigación avanza y las pruebas recabadas en los últimos meses involucran de manera directa a Solange Funes, quien también ha sido declarada responsable de otros delitos, como extorsión y asociación ilícita. Mientras Alan continúa bajo prisión en el penal de Ezeiza, su hermana, de 19 años, fue detenida por la Tropa de Operaciones Especiales (TOE) y quedó en prisión preventiva en la Unidad Penitenciaria Nº 5, donde enfrenta graves cargos.