Se trata de Pablo Nicolás Camino, quien sumó 16 años más a la condena que tenía, totalizando 40 años, en este caso por extorsión y abuso de armas

Pablo Camino, líder de una asociación ilícita en Rosario, fue sentenciado a 40 años de prisión por diversos delitos, entre ellos extorsión, abuso de armas e intimidación pública. La banda criminal operaba desde la cárcel y cometía actos de violencia en la ciudad.

Los jueces Silvana Lamas González, Ismael Manfrin y Fernando Sosa homologaron un procedimiento abreviado que condena a Pablo Camino de 29 años, a una pena de 16 años de prisión, la cual se unificó en una condena de 40 años de prisión efectiva por múltiples delitos. Camino, líder de una organización criminal en Rosario, fue imputado por asociación ilícita agravada, extorsión, abuso de armas, intimidación pública y otros cargos relacionados con su rol como jefe de una banda delictiva que operaba en los barrios Godoy, Villanueva y Bajo Cullen.

El fiscal Pablo Socca atribuyó a Camino y otros miembros de la banda una serie de delitos cometidos desde marzo de 2020. La organización se dedicaba a extorsionar a vecinos, cometer robos, amenazar a funcionarios públicos y usurpar viviendas, todo con el objetivo de dominar sectores de Rosario y expulsar a bandas rivales. La banda operaba desde la cárcel, con Camino impartiendo órdenes a sus cómplices mediante llamadas telefónicas desde su lugar de detención en la Unidad Penitenciaria Nº11 de Piñero, luego que Marcelo Sain, con el consentimiento del gobernador por entonces Omar Perotti les distribuyeran celulares a los reclusos “con el fin de estar comunicados, por la pandemia”

Uno de los episodios más graves atribuidos a Camino ocurrió en septiembre de 2020, cuando, desde la cárcel, ordenó el desalojo de una familia de su vivienda en Deán Funes al 7100. Tras amenazas, intimidaciones y balaceras, la familia se negó a abandonar el lugar, lo que desencadenó una serie de ataques armados y el robo de sus vehículos. Camino también extorsionó a la familia, exigiendo sumas de dinero bajo amenazas de muerte.

Entre otros delitos, Camino fue acusado de ordenar atentados armados contra rivales y funcionarios públicos. En mayo de 2022, dos hombres dispararon contra la Delegación Sur de Asuntos Internos del Servicio Penitenciario en Rosario, siguiendo órdenes del líder criminal para amedrentar a guardias que lo custodiaban en la cárcel. Además, se le imputó el uso de información obtenida de manera ilegal para amenazar a un oficial penitenciario y su familia.

La condena de Pablo Camino refleja la gravedad de sus crímenes y el alcance de la organización criminal que lideraba. A pesar de estar detenido, continuó manejando operaciones delictivas desde la cárcel, lo que generó terror en los barrios de Rosario. Las autoridades continúan investigando el accionar de esta banda y de otras posibles células que podrían estar conectadas a un liderazgo común aún no identificado. La sentencia de Camino marca un avance en la lucha contra el crimen organizado en la provincia.