Dictaron la prisión preventiva por 30 días
Carla Priscila Andino fue acusada tras el hallazgo de 10 kilos de cocaína en un allanamiento en el complejo Fonavi. La Justicia federal la relaciona con la organización criminal liderada por su pareja, René “Brujo” Ungaro, condenado por narcotráfico.
Este jueves, Carla Priscila Andino de 34 años, fue indagada por la Justicia federal tras ser detenida el pasado martes durante un allanamiento en el complejo Fonavi de Sánchez de Thompson al 200 bis, en la ciudad de Rosario. En el operativo, agentes encontraron 10 kilos de cocaína con el sello de un delfín, lo que generó sospechas sobre su implicación en la estructura criminal que lidera su pareja, el condenado narcotraficante René “Brujo” Ungaro.
Andino fue detenida como resultado de una investigación del Ministerio Público de la Acusación (MPA) por un ataque a tiros contra un colectivo de la línea 146 bandera roja ocurrido el 5 de septiembre en la zona sur de la ciudad. Sin embargo, la acusación que pesa sobre ella se profundizó con el hallazgo de la droga, lo que la vincula directamente al tráfico de estupefacientes.
El fiscal federal Matías Scilabra, de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), afirmó que Andino sería el enlace entre Ungaro, actualmente preso y condenado por asociación ilícita y narcotráfico, y la red de su organización que aún opera en la calle. Durante el allanamiento, la cocaína fue encontrada debajo de un ropero en el segundo piso de la torre 8 del complejo, un departamento que, según la investigación, era utilizado como “aguantadero”.
El vínculo de Andino con el lugar donde se hallaron los ladrillos de cocaína se estableció porque las llaves de ese departamento estaban en su posesión, y además, en el inmueble se encontró una prenda de un familiar suyo, lo que reforzó la acusación. Andino vive en otro piso del mismo edificio.
El juez Marcelo Bailaque, del Juzgado Federal Nº 4, atendió el pedido del fiscal Scilabra y dictó la prisión preventiva de Andino por 30 días. Además, ordenó la apertura de los dos teléfonos celulares y la notebook secuestrados durante el allanamiento, en busca de más pruebas sobre su participación en la red de narcotráfico.
Este nuevo episodio en el entorno de René Ungaro pone de manifiesto la complejidad y la continuidad de las actividades criminales, incluso con los líderes de las organizaciones cumpliendo condena. La Justicia continúa investigando para determinar el alcance del rol de Andino en la estructura de la organización