Es con el fin de la desarticulación de redes sobre el narcotráfico
Dos inmuebles fueron derribados en las primeras horas de este miércoles, los mismos eran utilizados como búnkeres para la venta de estupefacientes, vinculados a homicidios de alto impacto. La medida se enmarca en una estrategia provincial para desarticular redes criminales y reducir la violencia.
En una acción coordinada entre el Ministerio de Justicia y Seguridad de Santa Fe, el Ministerio Público de la Acusación y la Justicia provincial, se llevaron a cabo los operativos de demolición de dos propiedades ubicadas en Misiones al 2100 y al 2200, en la ciudad de Rosario. Estos lugares habían sido identificados como puntos clave para la venta de drogas y estaban directamente relacionados con hechos de violencia como los homicidios del colectivero D’Aloia y el playero Bussanich.
Según el fiscal Franco Carbone, la decisión de demoler los inmuebles se tomó luego de que, tras una primera medida cautelar que inhabilitó los lugares, estos fueran nuevamente utilizados para actividades delictivas. “La jueza consideró que el cese del estado antijurídico podía cesar con la inactivación de los lugares. Sin embargo, después de que hicimos esas medidas, ambos lugares fueron ocupados, hubo personas que, no solo que rompieron las estructuras, sino que cometieron o siguieron cometiendo delitos en esos lugares”, explicó el fiscal.
Esteban Santantino, secretario de análisis criminal, explicó que la decisión de demoler por completo los inmuebles busca enviar un mensaje claro a las organizaciones criminales: “Se derriba por completo, en primer lugar se había pensado que con la inactivación era suficiente, pero es necesario dar un claro mensaje de que estos lugares no pueden volver a existir en la ciudad de Rosario, pero también en la provincia de Santa Fe”.
Las autoridades provinciales destacaron que, gracias a un trabajo articulado y a la implementación de nuevas herramientas tecnológicas, se ha logrado reducir significativamente los indicadores de violencia en Rosario. Sin embargo, aseguraron que continuarán trabajando de manera incansable para garantizar la seguridad de los ciudadanos y erradicar el narcotráfico de la provincia.
La demolición de estos dos búnkeres representa un nuevo golpe al narcotráfico en Rosario y demuestra la determinación del Estado provincial para combatir la violencia y recuperar el control de los territorios. Si bien se han logrado avances importantes, las autoridades reconocen que el camino es largo y que es necesario continuar trabajando de manera coordinada para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos.