Ocurrió este lunes en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno en Rosario
Un grave incidente puso en riesgo la seguridad de un grupo de estudiantes rosarinos que debían viajar a Santa Fe. Tres choferes que estaban a cargo del traslado dieron positivo en los controles de narcolemia, obligando a suspender el viaje y generando gran preocupación entre los padres.
Un hecho que generó gran conmoción se produjo este lunes en la Terminal de Ómnibus Mariano Moreno de Rosario. Tres choferes que debían trasladar a un grupo de estudiantes del colegio Dante Alighieri a la ciudad de Santa Fe dieron positivo en los controles de narcolemia, lo que obligó a suspender el viaje de estudios.
Los controles se realizaron de manera rutinaria antes de la partida del micro, tal como lo establece el protocolo. Sin embargo, los resultados fueron alarmantes: los dos conductores iniciales arrojaron un resultado positivo de cocaína, lo que generó una situación de gran tensión entre los padres de los estudiantes.
Ante esta situación, la empresa de transporte convocó a otros dos choferes para reemplazar a los primeros. Sin embargo, para sorpresa de todos, estos nuevos conductores también dieron positivo en el test de narcolemia.
Esta situación generó un gran revuelo en la terminal de ómnibus, donde los padres de los estudiantes se mostraron indignados y preocupados por la seguridad de sus hijos. Los padres expresaron su enojo y exigieron una explicación a la empresa de transporte, así como mayores controles para evitar que situaciones como esta se vuelvan a repetir.
Por su parte, las autoridades municipales se hicieron presentes en el lugar para brindar contención a las familias y garantizar que se cumplan los protocolos de seguridad. Además, se inició una investigación para determinar las responsabilidades de la empresa de transporte y de los choferes involucrados.
Este hecho pone de manifiesto la importancia de realizar controles exhaustivos a los conductores de transporte público, especialmente cuando se trata de trasladar a niños y adolescentes. La seguridad de los pasajeros debe ser una prioridad absoluta, y cualquier incumplimiento de las normas debe ser sancionado con rigor.
Las empresas de transporte deben garantizar que sus conductores estén en condiciones físicas y psicológicas adecuadas para realizar su trabajo, y deben implementar políticas de control y prevención para evitar situaciones como esta.