El GPS de los equipos fue clave para dar con los detenidos
Un rosarino de 24 años al que dos semanas atrás le ingresaron a robar en su casa de Fraga al 300, logró recuperar elementos que le habían sustraído a partir del accionar en conjunto con la Policía de Santa Fe y del sistema de geolocalización de los celulares que estableció el lugar aproximado en donde se encontraban. El operativo finalizó con una madre de 44 años y su hijo de 18 años detenidos en una vivienda de pasillo de Barra al 900 bis, de la ciudad de Rosario.
Tras conseguir la ubicación de uno de los IPhone que le habían sustraído semanas atrás, cuando dos delincuentes treparon por la reja de una ventana para concretar un robo modalidad escruche que quedó registrado por cámaras de seguridad privada de la cuadra, la víctima dio aviso a la Central de Emergencias del 911 de que dos teléfonos de su propiedad se encontraban en la zona de Barra y La República.
Móviles del Comando Radioeléctrico de la Unidad Regional II acudieron al llamado del vecino desde Fraga al 300. Y tras acompañar a los efectivos policiales al lugar en donde se encontraban los teléfonos sustraídos, comprobaron que en una casa de pasillo de Barra al 900 bis había más dispositivos electrónicos de dudosa procedencia.
Al dueño de los teléfonos robados le bastó con emitir un alerta desde otro celular para determinar la ubicación de dos IPhone 8 y 14. En medio de las preguntan de los agentes policiales, la mujer de 44 años no supo aportar el patrón de desbloqueo ni hacer lo propio con la huella digital. En cambio, sí pudo hacerlo el damnificado. “Ve señora, él pudo desbloquearlo con la huella”, esgrimieron los efectivos que participaron del procedimiento.
El dueño de los teléfonos también aportó los otros datos de los teléfonos para acreditar su propiedad. Y mientras aprehendían a la mujer de 44 años y a su hijo de 18, secuestraron cuatro notebooks y 30 teléfonos celulares de dudosa procedencia